¿ Como funciona la refrigeración liquida de los Samsung Galaxy S7 y Edge ?

¿ Como funciona la refrigeración liquida de los Samsung Galaxy S7 y Edge ?

04/20/2016 0 Por viperEF

No es la primera vez que hablamos por aquí sobre la refrigeración líquida de los Galaxy S7 y Galaxy S7 edge. Tanto en artículos anteriores como en algún que otro podcast hemos mencionado este nuevo sistema de los busques insignia de Samsung, que se encarga de hacer que los terminales disipen mucho mejor el calor mientras están en uso. Ahora sin embargo los coreanos han decidido sentarse en la mesa y darnos mucho más detalles, datos que nos regalan a través de la propia web oficial de la casa.

A través de una entrevista, se hacen distintas preguntas a varios de los ingenieros responsables del sistema del teléfono, gracias a las cuales descubrimos por ejemplo qué llevó a Samsung a pensar en esta solución y cuáles son los secretos de su implementación.

Samsung reconoce que la nueva arquitectura y rendimiento de los Galaxy S7 y S7 edge les empujó a pensar en una manera de dispersar el calor que fuera más efectiva. Así es como nace este sistema de refrigeración, para el cual los dos teléfonos han sido optimizados desde el origen y que, en palabras de uno de los ingenieros entrevistados, funciona como una red de carreteras en la que dependiendo del tráfico y la congestión, se utilizan unas carreteras u otras para que todo fluya con facilidad.

Con ello, Samsung ha conseguido evitar la bajada de velocidad de reloj de la CPU cuando se alcanzan altas velocidades (como ocurre en otros teléfonos) y por tanto no influir en el rendimiento del equipo cuando realiza tareas muy exigentes. Entre las piezas clave del sistema se encuentra el disipador térmico, un delgadísimo tubo de solo 0,4 mm de diámetro con líquido refrigerante que se convierte en vapor cuando alcanza una determinada temperatura, esparciéndose, para después licuarse y volver a su estado original.

Algo que posiblemente no sabías es que esta idea no sólo concierne al hardware del equipo. También hay un software desarrollado para que todo funcione a la perfección. Este se encarga de hacer los cálculos adecuados y optimizar el algoritmo de control de calor para minimizarlo y cumplir el objetivo. Hardware y software se dan por tanto la mano y el primero, por muy novedoso que sea, no puede ser entendido sin el segundo, para lograr así el rendimiento perfecto final.