¿Merece la pena utilizar discos SSD?

¿Merece la pena utilizar discos SSD?

12/04/2015 0 Por viperEF

 

Ha sido uno de los productos estrella del Black Friday pues ya son muchos los que buscan pasarse a este sistema de almacenamiento en detrimento del HDD convencional. No tienen una capacidad excesiva (correcta si lo comparamos con lo que había hace unos años pero puede que insuficiente para la actualidad) pero su bajada de precio hace que sea una compra a considerar.

Todavía puede verse algo justo para un portátil pero en un sobremesa no debería faltar. La mejor opción a día de hoy es alternar el SSD con un HDD. Por eso no hay que decantarse por uno u otro, sino disfrutar de los dos.

¿Qué características tiene?

Los discos de siempre tienen un funcionamiento gracias al movimiento de piezas magnéticas y un lector que escribe o lee sobre ellos. Los SSD son discos de estado sólido por lo que no tienen ningún componente mecánico móvil. Gracias a esto los procesos de escritura y lectura son mucho más rápidos. El principal motivo es el uso de memorias Flash como si se tratase de un Pendrive. Es como tener un pincho a lo grande.

Las unidades de memoria son NAND lo que permite tener ese éxito en cuanto a velocidad. Gracias a la herramienta TRIM se pueden volver a reutilizar estas memorias ya que de lo contrario sería imposible sobreescribir en ellas. Esta funcionalidad ya viene integrada en Windows 7 por lo que si tienes una versión anterior podrías tener problemas.

Igual que otras unidades de almacenamiento internas, los discos SSD llevan una conexión SATA III la cual permite alcanzar hasta 550/520MB/s de lectura y escritura secuencial siempre que esté conectado a un puerto de esas características, ya que la interfaz también es compatible con SATA II, reduciendo la velocidad.

¿Cuáles son sus ventajas?

Las grandes ventajas de estos dispositivos frente a los convencionales vienen precisamente a raíz de no tener un funcionamiento basado en componentes mecánicos móviles. El principal punto a favor es la impresionante velocidad de lectura si lo comparamos con lo tradicional del HDD. La diferencia es muy notable si instalamos el Sistema Operativo en el SSD (http://geekpunto.com/que-es-un-sistema-operativo/)  pues el arranque va a ser mucho más veloz así como cualquier aplicación del mismo.

Aunque el espacio no sea tan grande como deseamos si nos gusta jugar a videojuegos podemos poner en él nuestros favoritos. Notaremos ese mismo incremento en la velocidad que en el caso de arranque de sistema. Lo mismo ocurre si utilizamos programas para trabajar. Debemos elegir bien en qué queremos gastar el espacio.

Es muy silencioso por lo que evitaremos molestos ruidos que nos puedan perturbar. ¿Has escuchado alguna vez una memoria USB? Pues es lo mismo. Esto es debido a la ausencia de los componentes móviles antes mencionados.

Está optimizado de forma notable para que el consumo de energía sea lo más eficiente posible. Lo agradecerá tu bolsillo que tendrá que poner menos cantidad cada mes. Además se nota muchísimo en los portátiles los cuales tienen una mayor durabilidad de la batería gracias a esto.

¿Y sus desventajas?

En parte ya se han mencionado por encima y es que el punto más débil de estas unidades de memoria es su baja capacidad de almacenamiento. Dado su precio lo más habitual es comprar modelos de 64 GB y 128GB aunque hay quien apuesta ya por los de 256GB o 512GB. Por lo tanto no se pueden hacer demasiadas florituras con ellos.

La industria ya trabaja en modelos de mayor capacidad pero los que sobrepasan los 128GB se consideran caros como para poder encargar uno tan grande. Es otra de las desventajas pues su precio hace que estemos pagando mucho por una capacidad pequeña. Por ejemplo un HDD de 1TB vale alrededor de 47€ de media  mientras que un SSD de 120 GB unos 67€. Más caro por una capacidad casi 10 veces menor.

El último punto en contra es que no pueden escribirse en ellos de forma ilimitada. Llega un punto en el que no permiten más, por lo que no se puede saber a ciencia cierta cuándo ya no serán útiles si queremos introducirles nuevos datos. Las compañías aseguran que hace falta mucho tiempo para llegar a este punto en un uso normal del mismo. Hasta que no estén más integrados en la sociedad no lo podremos comprobar.